Cuando quieras saber de mí tendrás los ojos quietos en tus manos abiertas a mí cuando sepas que estoy aquí tendrás esta caricia en tus ojos así, soñando una luz 'pa los dos despertando radiantes en soles propios y ajenos en este cielo de mi querido abril
Querida hermana mi voz se derrama en cariño y mimos, así te tengo abrazada en este hilo tejido en verso bien de adentro tan nuestro el día de tu nacimiento por la tarde ayer bien temprano en este hoy festejado con vos te guardo y te resguardo en el amor y del dolor Querida hermana sé feliz
Desvelo en el velo del sol el encuentro un cuento al contarme un ruego al suelo va siendo sueño tirado jalado al vuelo de un velo imaginado por siempre despejado al sol a su alba oscura aún sin soñarme yo sí despierto en albas veladas
Pascuas del paso elemental de la muerte viva a la vida mortal pero la eternidad me quiere eterna al final del paso y de la huella en estos soles lunares conmoviendo mi sentir y amando mi existir
No sé en esta tierra hecha de polvo o hecha polvo igual a mí, de aguas densas de tristes playas plásticas de cielos de fuego iguales a mis ojos de hielo porque sí pero yo sé bien en este pulso en esta sangre hecha a latido vivo mío en el linaje de los míos que pertenezco a los despiertos a los huesos y a la piel que va de regreso al comienzo, yo lo sé
Un jueves te captura la carne humana te interrogan no te creen tu reino es de otro mundo y este inmundo te corona las espinas en sangre gota por gota en lágrimas pero tú me eres vivo hoy desde ayer eternamente
Aquí verás el paso de la noche al día final, el alba viva en la senda movida la piedra vacío el lienzo del cuerpo divino nos llega jamás se ha ido espíritu universal
Lunar luz satélite en los muros hogareños la calle partida en sombras cruzada de los paseantes ojos abiertos matinales manos aferradas al mandado van de vuelta a la vuelta esquinada palabreada y acompañada a un lado por esa luz de luna aún solar
¿Quién quiere un verso? cuestión al aire de mi voz derrama su tinta en la huella de los susurros siempre ciertos no están allí quietos ni muertos ellos esperan el aliento vital de algunos dedos en el teclado sin mirar más que ... más allá
Dulce susurro en las manos alcanza la tarde la vuelta y una esquina me esquiva en sombra algo tardía miro me dejo en paz ante el agite pulsado por ya no verte más pero desmentida huye de mí un dulce susurro con gusto a nombre con sabor profundo a ti
Una luna única miramos vos y yo al sol del encuentro fina delgada contorneada translúcida casi llena señalándonos la voz así caminamos lado a lado hilando el cuento de ángeles viviendo el arte en obra una luna vos y yo
Hace un rato un ovillo de tiempo lanzado quebrado ido nada más aureola en las aguas caras encerradas en círculos centros diversos a montón la orilla la risa y una brisa en cenizas
Amigable la calidez de esta matinal brisa humean las bocas los ojos entrecerrados ante la luz húmeda del que pasa apurado tramo sobre un paso un amanecido ocaso
Te tocan en sueños las imágenes los recuerdos como besos y caricias amando dentro del día abierto a los ojos cerrados eternos y cotidianos los soñados encuentros los anhelados deseos tan ciertos tan imaginados
Esa luz mansa tras el gris cielo de abril tan tuyo y mío como el ayer de los comienzos cumpleañeros de festejos hoy tantos de solo ruegos pero este gris nos amanece a ti y a mí 'pa despertarnos al sol benigno al viento tan divino queriendo amanecer él también
Al canto del sendero arrojo mi sombrero corro lo recojo alcanzo la brisa al vuelo alado de mi panameño bien tejido en soles cubriendo mi sueño bajo aquel alero propio de mi cabeza fresca yo le canto a mi sombrero